Hoy hemos tenido que retroceder hacia Caserta, ya que ayer estaba cerrado. A las 9:00 ya estábamos allí. Hemos visitado el Palacio Real del que es extraordinario.
El edificio fue encargado por el rey Carlos VII para que sirviese de centro administrativo y cortesano del nuevo Reino de Nápoles, al tiempo que símbolo del poder real. El monarca quiso dotar a la dinastía Borbón-Dos Sicilias de una residencia de la talla de Versalles. Fue encargado al reconocido arquitecto napolitano Luigi Vanvitelli, y también participó en su construcción Francesco Sabatini, que emprendería también proyectos en Madrid. Después hemos visitado los jardines que si los comparamos con otros que hemos visitado decepcionan un poco. Merece la pena las fuentes y el baño de venus.
Después visitamos el Vesubio, que sufrió un incendio el 17 de Junio y estaba todo calcinado. Parece ser que fué la mafia napolitana la que lo incendió. Depués hemos bajado a las ruinas de Herculano.
Nos recogimos pronto al hotel, que era fántástico. Nos cambiaron la habitación por una suite con terraza y vistas al Vesubio. ¿Una pasada!
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