Después nos dirigimos a la Catedral de San Gaciano
y hemos comenzado por el claustro. Tiene una parte derruida por que quisieron hacer una calle, pero el resto está bastante bien conservado. Destaca la escalera situada en la parte noreste del patio.
Posteriormente hemos dirigido por la misma calle hasta el castillo de Tours, que se encuentra junto al río. Había una exposición sobre fotografías de la guerra mundial, pero hoy estaba cerrado.
Continuamos la marcha hacia la Basílica de San Martín, donde se encuentra la tumba del santo. San Martín era un soldado romano que se convirtió al cristianismo. Fue obispo de Tours y falleció en Candes en el año 397. A partir de ese momento comenzaron los problemas entre las dos ciudades, ya que las dos querían tener sus restos. Los habitantes de Tours robaron los restos del santo y mientras los trasladaban en barco los árboles iban floreciendo a su paso, de ahí proviene lo que conocemos por el veranillo de San Martín.
Mas tarde hemos recorrido las callejuelas del barrio antiguo, con sus casas típicas de barrotes de madera y hemos vuelto por la calle Nacional, llena de tiendas, entre ellas ZARA. Lugar irresistible para Lucia en todas las ciudades por donde pasamos. Tras adquirir algunos modelos, hemos vuelto al hotel para coger el coche e ir a visitar el Chateau Chenonceau o cas
tillo de la damas.
El castillo no defrauda, tiene un encanto especial al estar en medio del río. Al terminar la visita hemos visto la granja y los jardines y viveros de plantas.
De vuelta al hotel, hemos visitado Veretz, y las vistas del río Cher, afluente del Loira.
Esta tarde regresamos temprano al hotel, a descansar un poco antes.
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