Enrique se ha quedado en casa, ya que estaba muy cansado de la noche anterior.
Ha amanecido lloviendo. Hemos ido a Amberes, pero el día no acompaña nada y apenas hemos podido ver la ciudad. Paseamos por el centro de la ciudad protegidos por paraguas.
La Catedral junto con el Ayuntamiento y la plaza del Mark, es lo que nos ha dado tiempo a ver antes de terminar empapados.
En vista de que el día no daba tregua, decidimos dar un paseo en coche por las calles principales y llegar a la Estación.
Llegamos a casa a las 4 de la tarde y como en Bruselas paró de llover, aprovechamos para ir al centro y realizar algunas compras.
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