Vuelta a casa. Nos levantamos a las 5 de la mañana para preparar las maletas y dejar la casa en las mismas condiciones que nos la encontramos.
A las 7:30 hemos llegado al Aeropuerto, y mientras Enrique dejaba el coche en el parking de la empresa de alquileres, nosotros hemos embarcado las maletas.
¡Todo un espectáculo! Mi maleta y la de Enrique pesaban un kilo más y nos querían cobrar 20 euros por cada maleta. Ni cortos ni perezosos, como no había peso en el aeropuerto, abrimos las maletas delante del mostrador de facturación y fuimos pesando en la cinta maleta a maleta y repartiendo las piezas hasta que conseguimos el peso exacto.
La cola llegaba a la puerta y todo el mundo nos miraba, pero la pela es la pela y no estábamos dispuestos a pagar más. Al final conseguimos facturar todas las maletas sin coste adicional.
A las 12:30 llegamos a Barajas.¡Qué calor! estábamos a 38 grados.
Tal y como habíamos convenido, nos recogieron en el aeropuerto hasta donde estaba custodiado el coche.
Volvimos a componer el "tetris" para volver a Murcia. El viaje se hizo bastante pesado por el calor, ya que el aire acondicionado del coche no conseguía bajar la temperatura del habitáculo.
A las 18 horas estábamos de nuevo en casa.
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